miércoles, 25 de febrero de 2009

Volver a casa

POR AGUSTÍN GIGANTE
Cada vez falta menos para volver al Gran León. La gente de Atlanta ya prepara el regreso a Villa Crespo con un estadio coqueto y remodelado para cerca de 20 mil personas. Desde aquel 5 de junio de 1960 a la nueva reinauguración.

Tachan los días del calendario como los presos. Cuentan las horas que restan como un nervioso universitario a punto de rendir su examen final. Hacen cuentas y preparan la fiesta. Es que los hinchas de Atlanta están impacientes: esperan el ansiado regreso a Villa Crespo. Esperan la soñada vuelta a casa. Y cada vez falta menos.

La gran inauguración fue el 5 de junio de 1960. Aquel día, el Bohemio recibió en Humboldt 340 a Argentinos Juniors. Aunque el estreno no fue del todo feliz: ante un estadio repleto, cayó por 3 a 1 contra el puntero del campeonato de Primera por esos tiempos. ¿El primer gol oficial? Güenzatti, a los 6 minutos de juego. Al siguiente partido en casa, Atlanta pudo festejar con un 3-2 a favor frente a Huracán. Muchos años después, en el 2000, recibió el nombre oficial: Don León Kolbowski, el hombre que hizo ese sueño posible.

El 8 de octubre de 2004 fue la despedida de Villa Crespo, con un empate en dos ante All Boys. Después llegaría la clausura, las penurias y las constantes mudanzas. En total, Atlanta jugó 72 encuentros como local-visitante: 38 veces en Ferro, 19 en Platense, siete en Huracán, cuatro en Excursionistas, tres en Nueva Chicago y una en Comunicaciones. Y eso le generó un gasto de más de 350.000 pesos en alquileres. Demasiado.

Cuatro años y medio después, el gran sueño está a un paso de llevarse a cabo. El pasado viernes 13 de febrero hubo una inspección preliminar por parte del Subsef y personal de bomberos en el nuevo escenario, para casi 20 mil personas. ¿El balance? “Muy bueno. La gente dio conformidad a todo lo que se venía haciendo. Y aconsejaron algunos puntos que ya estaban previstos. Está todo bien para volver”, sostuvo el dirigente Hernán Ruki en diálogo con Línea de 4.

Por eso, la habilitación definitiva está avanzada y saldría para fines de febrero o primeros días de marzo. Y ya pusieron fecha para el regreso. Será para la fecha 28 ante Acassuso o ante Deportivo Armenio dos partidos más adelante. “¿Cómo imagino el regreso? La cancha llena y ojalá con un triunfo del equipo. Coronando el esfuerzo de mucha gente”, sueña Ruki. Además, resalta la participación del hincha en todo este proceso: “La gente acompañó mucho. Se sumaron en colectas y todo tipo de donaciones. Tenemos sólo palabras de agradecimiento”.

El Gran León va tomando color. Los asientos de la platea están bien ajustados y el amarillo y azul se hace predominante en las estructuras ya de cemento. Ahora sólo faltan los gritos, los papelitos, el aliento de la gente para volver a ver la pelota rodar en Humboldt 340. Para recuperar la mística Bohemia de Villa Crespo y quedarse definitivamente en casa. Y dejar de vagar por Capital Federal.

Se sacan chispas

POR JUAN PABLO MARRON

Son 287 los expulsados en lo que va de la temporada 08/09. La B Metro con 99 es quien más posee. Con el correr de los años las cifras no decrecen y por momentos peligra el fair play aunque curiosamente todavía hay 7 equipos que no vieron la roja. La D, con 40 es la de menos jugadores despedidos en cancha y es sólo en esta divisional donde los expulsados locales superan a los visitantes. Con 15 rojas Sacachispas es el top.

Mientras la FIFA estudia la incorporación, para un futuro no tan lejano, de las tarjetas temporales, las cuales permitirían algunas sanciones diferentes a los que hoy aplica la expulsión que todos conocemos, por ejemplo salir de la cancha durante una determinada cantidad de minutos y luego volver a ingresar, el tiempo actual sigue incorporando polémicas y curiosidades y el fútbol del ascenso no está exento de muchas de ellas.

La tarjeta roja ha mantenido su alto número de apariciones, casi como en todos los últimos campeonatos, y cada vez que un equipo no muestra este tipo de sanción es más que un mérito. De hecho de los 79 conjuntos que militan en la BN, BM, C y D apenas 7 no han visto ninguna en lo que va de esta temporada, ya entrada en su segunda parte. Tanto Chacarita Juniors como Quilmes en la B Nacional, Barracas Bolívar en la C y Argentino (Quilmes), Midland, Ituzaingó y Liniers en la D, son los conjuntos que no tienen ningún expulsado. Entre ellos no figura ningún plantel de la B Metropolitana que al menos tiene un jugador excluido del campo por equipo.

Según Alberto Pascutti, entrenador de Quilmes, en charla con Línea de 4 “la mayoría de las expulsiones se dan cuando los jugadores protestan. Se habla mucho y hay demasiadas dobles amarillas. A mis jugadores les digo que hablen lo necesario y este es uno de los motivos por los cuales Quilmes no tiene expulsados. Además tengo un plantel muy competitivo y los que entran saben que tienen salir ilesos de tarjetas porque los reemplazantes están en el mismo nivel”, a lo que agregó: “el arbitraje de hoy saca más tarjetas por hablar que por las infracciones de juego”

Son en total 287 los futbolistas que han visto la tarjeta roja en lo que va del campeonato. La que más los aglutina es la B Metro. Allí aparecen 99, seguida por la B Nacional con 83, la C con 65 y la D con 40. Una constante es la diferencia entre expulsados locales y expulsados visitantes. La particularidad dice que estos últimos corren en ventaja. En la actual temporada la diferencia es de 75. Ya que hay 111 expulsados locales (BN:27, BM: 35, C: 28 y D: 21) y 176 visitantes (BN: 56, BM: 64, C: 37 y D: 19).

Central Córdoba de Rosario es el equipo con más expulsados en la B Metro. Acumula 10 (González y Miño ante Atlanta, Pierani ante Estudiantes, Priotti ante Italiano, Gelatini y Lenci ante Armenio, Miño ante Sarmiento, González ante Atlanta, Cruz y Priotti ante Talleres).

En la B Nacional de los 83 expulsados que existen, Almagro y San Martín de San Juan con 9 son quienes más tienen. Es en esta divisional en donde figura el equipo con más expulsados rivales en el ascenso: Talleres de Córdoba con 11. También figura el árbitro con más tarjetas rojas: Mauro Gianini con 12.

De los 99 expulsados que existen en la B Metropolitana, Acassuso es el equipo que menos tiene con apenas 2. Estudiantes de Buenos Aires y Deportivo Armenio son los planteles que más acumulan expulsados rivales ya que poseen 9 y Gabriel Guillaume con 14 es el árbitro que más expulsa, de esos 14, 11 fueron expulsados visitantes.

En la C los marginados del juego son 65 y Sacachispas con 15 es quien más expulsados tiene aquí y en el ascenso (Spraggón, Lima y Soto ante Alem; Ayala ante El Porvenir; Garbero ante Cambaceres, Fénix y Dálmine; Figueras ante San Miguel y Argentino (R); Carpintero ante Lamadrid y San Carlos; López ante Lamadrid; Montenegro ante Barracas C.; Hertel ante San Carlos y Salvatierra ante Berazategui) Deportivo Laferrere como Excursionistas son quienes lo siguen con 7 cada uno. Cristian Cernadas es el árbitro con más expulsados ya que posee 9 de los cuales 7 son visitantes y Fénix es el equipo que no tiene expulsados rivales.

Definitivamente la categoría con menos expulsados es la D ya que apenas posee 40 y tiene más expulsados locales (21) que visitantes (19). El árbitro con más expulsados es Diego Muñoz con 9 y en la lista de los equipos con más expulsados rivales figuran Juventud Unida, Dock Sud, Midland y Argentino (Quilmes) con 4. Luego aparece San Martín de Burzaco como el equipo con más expulsados propios: 8.

Sea por severos contactos físicos o por la excesiva retórica de algunos jugadores las tarjetas se acumulan y mucho. Es difícil terminar con 11. En una de esas mañana se sale y se vuelve a entrar. Hoy sorprende que haya siete equipos limpios.

La metamorfosis de San Temo


POR AGUSTÍN GIGANTE

El Candombero tuvo una cirugía estética profunda. El nuevo equipo de Fito Della Picca dio un vuelco y sueña con quedarse en al B Metropolitana. Orden, sacrificio, responsabilidad táctica y buen juego son las consignas. Y de paso, se ilusionan con el Reducido: “Si logramos pasar el primer objetivo, podemos alcanzar el segundo”.

Metamorfosis. Así se podría llamar el nuevo libro de San Telmo. Es que el equipo parece haber dado un vuelco de aquel equipo acostumbrado a perder en la primera parte del torneo de la Primera B Metropolitana. De la mano de Rodolfo Della Picca, el Candombero sueña con salir del fondo. Y tienen con qué.

La soga del descenso está asfixiando. El equipo de Isla no tiene mucho margen de error y por eso apostó fuerte: trajo a Fito y cuatro refuerzos para poder escaparle al fantasma del descenso. Primero cayó Emanuel Francés para darle equilibrio y combate al mediocampo. Después llegó Julio Caldiero para sumar solidez en el fondo. Y por último Fabricio Lenci y Germán Carrizo para completar la delantero. Sumado al plantel que había el DT encontró la famosa columna vertebral que todo equipo necesita. “La idea era reforzar un jugador por línea y con incorporaciones que supieran qué era lo que nosotros queríamos. Había poco tiempo para trabajar y no podíamos arriesgarnos” cuenta Della Picca en diálogo con Línea de 4.

Fito agarró un fierro caliente. El Candombero se debate entre la B Metro y la C. Y no puede regalar nada. Por eso, hizo una fuerte pretemporada y le cambió la mentalidad al plantel. Eso se nota en el rectángulo de juego. “Hemos hecho un borrón y cuenta nueva. Lo hablamos con los jugadores y dejamos atrás todo lo que había pasado antes. Trabajamos mucho en el orden, en la táctica y en determinadas situaciones de juego. A partir de ahí, notamos que teníamos buenos jugadores, con buen pie y buenas alternativas”, analiza Fito, quien viene de ganar un ascenso al Nacional con Los Andes. Justamente, sobre ese tema, el DT confiesa: “Es mas difícil salir campeón. Para lograr eso, hay que sacar el 70% de los puntos. Acá, con el 50%, te salvas del descenso. Hay una cantidad de puntos mucho menor. Por eso, es más fácil jugar para no descender. Pero no es lo mismo salir segundo que irse al descenso”.

Sergio Rodríguez fue uno de los jugadores que estuvo durante la primera parte del campeonato y marca el cambio de no sólo de mentalidad sino también futbolística. “El equipo modificó el 100% del orden, la actitud y la manera de afrontar los partidos. Lo más fuerte de San Telmo es el grupo. A pesar del mal momento del semestre pasado, nunca hubo un problema y tiramos para adelante. Nunca se quebró, hoy estamos más unidos que nunca y se ve en la cancha”.

¿Cómo definirías este “nuevo” San Telmo? “Somos un equipo muy ordenado –agrega el delantero-. El torneo pasado, cuando nos encontrábamos abajo, el partido se terminaba. Ahora es todo lo contrario, estamos más fuertes de espíritu. Y siempre buscar el arco contrario, por la característica de los jugadores que tenemos. Por ejemplo, Sever es uno de los mejores enganches de la categoría. Y Daolio es un gran delantero”.