lunes, 7 de septiembre de 2009

HOMBRES DE NEGRO

POR LEO ZARATE
En los últimos meses las actuaciones de los árbitros en el fútbol de ascenso han generado diversas controversias. El colegio decidió dejar las designaciones a dedo para volver al sorteo a través de un bolillero. A pesar de esto, las sospechas no desaparecen. En las siguientes líneas explicaremos los procedimientos para determinar quienes son los encargados de impartir justicia todos los fines de semana.

Cuando Horacio Elizondo se incorporó a la Asociación del Fútbol Argentino como Director de Formación Árbitral el sorteo de árbitros fue suspendido. Era el final del año 2007 pero el comienzo de muchas suspicacias. Un año y medio después, y con una fuerte lucha interna que aún persiste entre la DFA y el Colegio de Árbitros, la cuestionada designación a dedo ya es parte del pasado. Con el objetivo de hacer más transparente la ceremonia volvió a utilizarse el bolillero para determinar los referís del fútbol argentino. La decisión se tomó de manera conjunta entre Julio Grondona y la máxima autoridad del Colegio de Árbitros, Jorge Romo. Atrás quedaban las acusaciones que recaían sobre Romo de designar a los árbitros según las presiones dirigenciales que recibía permanentemente los lunes en el primer piso de Viamonte 1366. El “que tal árbitro no nos dirija” agonizaba. Pero…
Este sorteo calificado se realiza en el tercer piso de la AFA, donde se reúne el Comité Ejecutivo. Aunque la primera intención fue realizarlo a puertas cerradas, no solo es presenciado por dirigentes sino que también los periodistas acreditados pueden observarlo.
Los árbitros están divididos en dos categorías: en la “A” figuran quienes entran al bolillero para los cinco partidos más importantes de la fecha de cada divisional y en la “B” quienes dirigen los restantes encuentros.
El criterio para decidir cuáles son los cinco cotejos más trascendentales de cada categoría queda a cargo del colegio que dirige Jorge Romo. Aquí deberá tener el mismo grado de significancia tanto el que pelea para ascender como el que lucha por no descender.
Otra modificación es el tiempo que deberá esperar un árbitro para volver a dirigir a un equipo. Anteriormente debían pasar dos fechas, es decir que recién podía coincidir tres jornadas después de la última actuación. Con el regreso del sorteo solo deberán esperar una fecha.
Durante la ceremonia Jorge Romo es el encargado de dar a conocer qué árbitros ingresan en la primera tanda de partidos, qué encuentro se sortea y de confirmar el apellido de los jueces para cada cotejo. El mismo procedimiento para los que estén en la segunda tanda. De aquí se desprenden los referís que no fueron incluidos en el sorteo, ya sea por sugerencia (léase sancionado por su mal rendimiento el anterior fin de semana) o por lesión.
Las sospechas precipitaron la vuelta del sorteo, pero las bolillas no han logrado ponerle fin a este debate. En las últimas semanas el azar hizo que ciertos árbitros vuelvan a dirigir equipos que se habían sentido perjudicados por éstos. Un mismo día en el tercer piso de la AFA, Daniel Raffa fue designado para Quilmes – Independiente (Mza), Alejandro Sabino para Ferro – Los Andes y Fernando Echenique para Temperley – Brown (A). Finalmente Cristian Faraoni dirigió Ferro – Los Andes porque Sabino se lesionó pocas horas antes del encuentro. La polémica volvió a instalarse.
Se aproxima el final de una nueva temporada. Horacio Elizondo aceptó una propuesta de la FIFA para capacitar a los capacitadores del continente americano. Con un sinfín de piedras en el camino, en su paso por la Dirección de Formación Árbitral nunca sintió el respaldo necesario para mejorar el nivel del referato argentino. En esta etapa de definiciones, ascensos, descensos y promociones llenan de emoción las cuatro categorías de nuestro fútbol de ascenso. Pero también renacen las sospechas sobre los arbitrajes. El bolillero volvió para darle más transparencia al sorteo y cortar por lo sano los rumores que rodeaban la designación a dedo, pero resulta utópico. Es que las actuaciones de algunos árbitros en determinados encuentros no han ayudado demasiado para que esto sucediera. La rutina, con respecto a este tema, parece no tener fin. El martes comienzan los murmullos y los lunes coinciden las ratificaciones sobre lo que se sospechaba. Cuando los hombres de negro pasan desapercibidos es síntoma de que están haciendo bien su trabajo. Hoy ni siquiera son actores secundarios. Son los protagonistas de esta película que semana tras semana genera polémica. Y la pelota, por ahora, se conforma con su papel de extra.

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